Miembros de Al Fatá aseguran que Hamás todavía les considera como un peligro real

Itongadol/EP.- Aunque la operación israelí en Gaza ha finalizado, la lucha interna entre las facciones palestinas todavía es intensa. De acuerdo con una fuente de Al Fatá, milicianos de Hamás habían abatido a diez miembros de la organización y herido a cientos de ellos, por temor a que la organización palestina pueda minar el poder del movimiento islamista en el territorio.

‘Cuando comenzó la guerra, nos dimos cuenta de que Hamás pretendía atacar a nuestros miembros’, declaró un ciudadano de Gaza que pertenece a Al Fatá y que se identificó como ‘A’. ‘Ellos temían que aprovecharámos el conflicto, por lo que hablaban constantemente del ‘peligro interno», declaró. Además, A manifestó que se les ha escuchado decir que están luchando en dos frentes: contra Israel y contra Al Fatá, según informaciones del diario israelí ‘Haaretz’ recogidas por Europa Press.

Asimismo, A recordó que en una ocasión, durante el entierro de un miembro de Al Fatá abatido a manos de soldados israelíes, un hombre del Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás), se avalanzó sobre la muchedumbre y mató a tres de sus hombres. En otro caso, un grupo de miembros de Al Fatá celebraba la excarcelación de uno de sus miembros, ‘cuando milicianos de Hamás llegaron e insinuaron que estábamos celebrando la muerte de los suyos. Acto seguido nos amenazaron’, añadió.

ARRESTO DOMICILARIO

Además, A manifestó que Hamás había logrado poner bajo arresto domiciliario a muchos de los miembros de la organización palestina. ‘Fueron casa por casa y le dijeron a cientos de personas que no salieran fuera, y que si lo hacían, les dispararían’, explicó.

‘Es más, decenas de personas recibieron disparos en sus piernas, y dos hombres murieron mientras esperaban recibir tratamiento por sus heridas. Al menos cien personas fueron disparadas sin motivo ninguno’, manifestó la fuente. ‘Mataron a Isham Najar, un hombre de 70 años, en frente de su familia, simplemente porque estaba afiliado a Al Fatá’, agregó A.

Después de que Israel declarase el alto el fuego, Al Fatá comenzó a evaluar sus daños, aunque tras cada movimiento había una amenaza de Hamás. ‘Cada persona que pueda resultar sospechosa a sus ojos recibe la advertencia de no salir de casa. De hecho, no nos permiten organizar eventos ni tan siquiera visitar a nuestros familiares para ver cómo están o si necesitan algo’, agregó.