El boicot palestino es hostil, y así debería ser tratado

Israel Haiom/Aurora.- «El boicot palestino es hostil, y así debería ser tratado» Mientras el boicot palestino a productos manufacturados en asentamientos judíos sigue en pie, el portavoz de la Knéset, Reuven Rivlin (foto), realizó una visita a las fábricas de la zona industrial Barkan, en Cisjordania. Allí, expresó su apoyo a los propietarios de las mismas, a la vez que manifestó su optimismo sobre el fracaso del boicot.

«Este boicot debería ser tratado exactamente como si fuera un boicot a las fábricas de Tel Aviv o Sderot. Es una campaña hostil, y debería ser

 tratada como tal», dijo.

«Insto al primer ministro y al ministro de Finanzas a que exploren la posibilidad de compensar a las fabricas, en caso de que sufran daños económicos. Sin embargo, Israel ya ha sobrevivido boicots del mundo árabe en el pasado», añadió.

Rivlin estuvo acompañado por el presidente del Concejo Regional de Shomron, Guershon Mesika, y el titular del Concejo de Yesha, Dany Dayan.

El portavoz de la Knéset se detuvo a charlar con varios trabajadores palestinos en las fabricas, advirtiéndoles que el boicot impuesto por la Autoridad Palestina podría comprometer las relaciones entre las partes.

«Esta situación es un desafío a la coexistencia que daña las chances de normalización. El centro industrial Barkan es un verdadero puente hacia la paz, y esta medida ha creado una grieta que, de ser ignorada, puede convertirse en un boicot financiero de todo el mundo árabe», aseguró Rivlin.

Mesika, por su parte, instó al Gobierno a resistir el boicot. «Las fabricas en la región de Judea y Samaria sobrevivirán, ya que la industria es muy fuerte aquí. Quien sale perjudicado de esto es el Estado de Israel, por fracasar en responder cuando lo humillan públicamente», dijo.

«Actualmente, el Gobierno no toma ninguna acción seria para frenar el boicot. La Autoridad Palestina está mordiendo la mano que le da de comer, mientras está violando acuerdos.

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