Militares israelíes retirados entrenarán el Ejército peruano

Ex oficiales de Tzáhal entrenarán patrullas de elite peruanas con el objetivo de acabar con los remanentes terroristas que operan en zonas cocaleras del país, informó el diario local La República.

Según confirmaron fuentes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú a dicho medio, el Estado peruano pagará 9 millones de dólares por un año de servicios de la empresa israelí Global CST, formada por oficiales de ese país en retiro y especializada en lucha contra-subversiva.
El objetivo es acabar con los remanentes de Sendero Luminoso que operan en alianza con las fuerzas del narcotráfico en el Valle de los Ríos Apurimac y Ene (Vrae), y que en los últimos meses protagonizaron emboscadas y enfrentamientos con los militares presentes en la zona.
En el último año, 43 militares peruanos fallecieron como consecuencia de estos enfrentamientos.
El CCFFAA lleva casi medio año negociando la contratación de servicios de Global CST pero el acuerdo, subscrito bajo el concepto de «secreto militar», no se firmó hasta después del 2 de septiembre, cuando una emboscada terrorista dejó 3 militares muertos y otros cinco heridos.
Según La República, el general israelí (Re), Baruch Ziv, dueño de Global CST y que ya se encuentra en Perú seleccionando a los primeros efectivos que recibirán entrenamiento, se comprometió a «desactivar cualquier actividad terrorista en el Vrae en el más breve plazo».
Además de los programas de entrenamiento para crear patrullas especiales, Ziv es el encargado de programar operaciones conjuntas de todas las fuerzas peruanas en el Vrae. También construirá redes de Inteligencia en dicha zona y recomendó la adquisición de equipos para desarrollar una «guerra electrónica».
Global CST ya realizó un trabajo similar con las Fuerzas Armadas de Colombia, a las que entrenaron y con las que al parecer colaboraron en el rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según revelaron medios israelíes.

Invítame un café