Vivió amando al prójimo, entregado a su camino, a su ideología y a sus principios

Israel Haiom/Aurora.- Mordejai Dayan z»l quien fuera copresidente del Keren Kayemet Mundial falleció el sábado 8 de mayo de 2010 a los 81 años, mientras hacía uso de la palabra en un seminario en Beer Sheva. Fue un hombre de familia amado y amante, padre de dos hijos, con múltiples ocupaciones, que amó al ser humano, y cuyo afecto por la Tierra de Israel y al Sionismo no tuvo límites.
Había nacido en Argentina el 8 de agosto de 1928, y arribó a Israel en 1970, después de una vasta carrera de acción sionista y comunitaria en el extranjero. Fue un activista en el movimiento sionista, en

su juventud y antes de su aliá visitó Israel en innumerables ocasiones, en ocasión de los congresos y actividades sionistas. Usó con maestría el español, el idish y el hebreo que dominaba con perfección, en sus presentaciones públicas en las que deleitó a las audiencias de jóvenes y adultos. Fue de los líderes del movimiento sionista en América Latina, y durante muchos años representó al judaísmo argentino en la conducción del Congreso Judío Mundial y en el Ejecutivo Sionista.
Ya en Israel, fue elegido para distintas funciones centrales en la conducción del Partido Liberal y el LIkud, y en el Movimiento Mundial de los Sionistas Generales.
En sus numerosos viajes por el mundo para desarrollar el contacto con las comunidades judías, desenvolvió amplias relaciones con activistas y dirigentes, particularmente en los países de Latinoamérica. En todas esas giras fue acompañado por Vilma, su esposa, que fue el amor de su vida y por la que sentía ejemplar devoción.
En 1986 fue elegido para encabezar a los Sionistas Generales y en el Congreso Sionista llevado a cabo en 1978 en la ciudad de Jerusalén, fue elegido como vicepresidente del Ejecutivo Sionista, que es el máximo órgano legislativo del Movimiento Sionista. Como tal participó en la conducción de la Organización Sionista Mundial. En 1982 fue elegido como uno de los ocho miembros del directorio del Keren Hayesod y en agosto de ese año como presidente del Ejecutivo Sionista.
Por su experiencia, conocimiento, y actividades en las que demostró su innegable capacidad, fue elegido en 1983 como copresidente mundial del Keren Kayemet Leisrael, en el que se desempeñó hasta el mes de mayo de 1994, siendo hasta la fecha el único líder oriundo de Latinoamérica que ocupara esas importantes funciones. Desde ese puesto, se concentró principalmente a desarrollar el lazo con las comunidades del sur del continente americano, destacándose en forma muy particular en esas funciones. Pese a haberse retirado formalmente de ese puesto, siguió activando activamente en el Keren Kayemet prácticamente hasta su muerte, participando en las reuniones de su directorio, para lo que se le concedió un permiso especial, e involucrándose permanentemente en el accionar de la organización en los países latinoamericanos, concurriendo a las oficinas en Jerusalén y citando a sus directores a las de Tel Aviv. Todo ello con amor y empatía, con respeto, devoción y dedicación sin par.
Fue autor de la iniciativa de desarrollar los bosques del Keren Kayemet que llevan el nombre de los países y los líderes de Latinoamérica que se convirtieron en un lugar de peregrinación de los turistas, de visitas de sus líderes políticos nacionales, en pulmones de las grandes ciudades y en un espacio de esparcimiento de los residentes en Israel. No hubo acto realizado en esos bosques al que no fuera convocado para deleitar a los asistentes con su vigorosa palabra, que utilizó en más de una oportunidad para señalar a los presidentes y ministros de esas naciones su pedido de apoyo a Israel, cuyas posiciones les esclareciera aún en momentos difíciles para el país. Así, quien recorra distintos puntos de Israel, encontrará el bosque de Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Perú, Venezuela, Colombia, México, Guatemala, Panamá, etc., etc.
Su corazón dejó de latir, frente a las decenas de asistentes al último seminario del Ateneo Liberal, enfrascado en discusiones políticas con el mismo apasionamiento y fervor de siempre, rodeado por el amor de su familia, sus innumerables amigos, de quienes compartieron su pensar y de quienes vieron en él un digno y honesto adversario político. La noticia de su desaparición corrió como reguero de pólvora por los países latinoamericanos e Israel, llenando de tristeza y congoja a todos quienes lo conocieron.