Las banderas quemadas del "enemigo"

Itongadol.- La escena es conocida. Palestinos en Gaza o iraníes en Teherán se manifiestan pidiendo a gritos la “muerte de Israel”. Ondean las banderas del grupo islamista Hamas o de la República Islámica de Irán y queman la blanquiazul con la Estrella de David. Lo que pocos saben-y mucho menos los propios militantes enfurecidos- es que muchas de esas banderas, tanto las ondeadas con orgullo como las pisoteadas con ahínco son fabricadas…. en

Israel.
En la empresa Marom F.G.P, de la ciudad israelí de Kfar Saba, no le dan mucha importancia a eso de proporcionar la tela al “enemigo”. Países como Arabia Saudita, Líbano, Irán e Irak adquieren de una u otra forma los productos Made in Israel. “No veo ningún inconveniente. Si nosotros rechazamos los encargos de estos clientes, otros ocuparán nuestro puesto”, nos comenta el director general, Avi Marom.
¿Cómo llegan sus banderas a los seguidores de Mahmud Ahmadineyad? “Estoy en contacto con muchos colegas en todo el mundo. A veces, algunos no pueden acabar trabajos por problemas de tiempo y nos piden ayuda. Nosotros lo hacemos y entregamos el producto que posteriormente llega a un tercer cliente”, responde antes de recordar que “hubo una época en la nos opusimos a vender las banderas de la OLP. Pero después todo cambió y nuestros líderes se reunieron con el mismísimo Yasir Arafat. Desde entonces, mi filosofía es vender todo a todos”.
Con una importante excepción. Marom sólo tiene una línea roja que no piensa traspasar aunque la empresa caiga en bancarrota: “Nunca haré y venderá la esvástica nazi. Con el resto de banderas no tengo problemas”.
La tensión sin precedentes entre Israel y Turquía, a raíz del asalto a la flotilla a Gaza,se nota en el negocio. Y no sólo por las protestas en las ciudades turcas en las que manifestantes queman banderas israelíes o los ataques diarios del Gobierno de Ankara. “Hace unos días, unos ciudadanos nos encargaron banderas turcas. Cuando me enteré que uno de los objetivos era quemarlas como respuesta a Turquía, me negué rotundamente. Además, yo conozco la importancia que los turcos dan a su bandera y hubiera creado más tensión”, concluye.
El director de la Federación Textil en Israel, Ramzi Gabai, estima que “se trata de un asunto económico aunque evidentemente hay también un factor sentimental, nacional y personal. Entiendo perfectamente que para muchos no sea lógico o moral que nuestros productos sean usados por la propaganda que pide la destrucción de Israel. Pero necesitamos trabajar para sobrevivir”.
Gabai revela que “muchos jeques árabes, y me refiero a los más importantes, lucen túnicas con tela israelí. Por ejemplo, es muy popular entre los jeques kuwaitíes. Nosotros producimos un material variado y de mucha calidad. Tenemos clientes en todo el mundo, ya sea el Manchester United, los palestinos, Taiwán o los jeques del Golfo Pérsico”.
Israel tampoco puede criticar a algunas de sus compañías textiles por el hecho que sus productos acaben- muchas veces quemados- en manos y pies del enemigo. En uno de los países donde hay más banderas colocadas en balcones y coches, sorprende que el 75% sean de fabricación china. Mientras, en las calles de Teherán la bandera israelí sigue causando furor.

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