Bernardo Koremblit, otro autor que nos deja

Israel Haiom.- Hermoso artículo dedicado al eminente escritor Bernardo Koremblit, que a continuación invito a leer.
Estos son momentos de profundo desconsuelo para la literatura argentina. Es que, con pocas horas de diferencia, el mundo de las letras ha perdido a Tomás Eloy Martínez y a Bernardo Koremblit, dos escritores y periodistas que supieron ganarse un gran reconocimiento en su país.
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Murió Bernardo Ezequiel Koremblit Z´L escritor y periodista

Israel Haiom/Itongadol.- Bernardo E. Koremblit Z´L nació en Buenos Aires el 28 de mayo de 1916. Desde 1961 fue por décadas director de Cultura de la Sociedad Hebraica Argentina, donde organizó innumerables actos. E ideó un ciclo en el cual los invitados respondían entrevistas asumiendo el papel de personajes históricos. Dirigió allí la revista Davar.
A los 93 años falleció Bernardo Ezequiel Koremblit, periodista y escritor de extensa trayectoria, que siguió escribiendo y manteniendo su agudo sentido del humor hasta

sus últimos momentos.
Amante de las paradojas, de los juegos y retruécanos del lenguaje, cuando en noviembre último la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) lo distinguió con el Gran Premio de Honor que habían obtenido Jorge Luis Borges, Ricardo Rojas y Eduardo Mallea, se permitió bromear con su «edad provecta» y aclarar: «He nacido en 1916… después de Cristo». Admitió su «condición de criatura antediluviana».
Había ingresado en el diario Crítica, cuando era un muchacho tímido de 17 años. Tras pasar por muchos periódicos del país y del exterior que valoraban sus colaboraciones, Koremblit seguía escribiendo los miércoles y los domingos con regularidad en el diario La Prensa.
Amante de Chesterton, lo citó y comentó muchas veces, como en su libro Coherencia de la paradoja, en el cual su cultura de infatigable lector se explayó también sobre Borges, Proust, Joyce, Shakespeare, que evocaba como a viejos conocidos.
Cordial, amable en el trato, galano en la expresión, Koremblit sólo podía tener amigos. Era respetuoso, caballeresco, gentil. Manejaba una ironía punzante pero nunca era hiriente. Se interesaba por los problemas de los demás. Era profundamente humano.
Entre sus libros se cuentan El humor, una estética del desencanto (1984), La Torre de marfil y la política, traducido a varios idiomas, Romain Rolland: humanismo, combate y soledad; Nicolas Olivari, poeta unicaule y Eva o los infortunios del Paraíso.
En Todas las que ella era abordó las diversas facetas de la poeta Alejandra Pizarnik. Su primer libro fue Ben Ami (el actor abismal), en el cual retrataba con fidelidad a ese artista según la buena crítica que La Nacion le hizo en marzo de 1947.
Koremblit escribió numerosas colaboraciones para La Nacion, en las que aparecían figuras como Flavio Josefo, Erasmo de Roterdam, Thackeray, Baudelaire. Sobre este último escribió un libro: «Los primeros cien años de Las flores del mal». Escribió en El Mundo, Clarín, La Razón, La Gaceta, ABC (Madrid), El Día (Montevideo)…Casi sería más corto contar dónde no escribió. Y animó programas sobre literatura en radio y televisión, como El humor, el honor, el amor.
Bernardo E. Koremblit nació en Buenos Aires el 28 de mayo de 1916. Desde 1961 fue por décadas director de Cultura de la Sociedad Hebraica Argentina, donde organizó innumerables actos. E ideó un ciclo en el cual los invitados respondían entrevistas asumiendo el papel de personajes históricos. Dirigió allí la revista Davar.
Miembro de la Academia Nacional de Periodismo, presentó allí su libro Gerchunoff o el vellocino de oro de la literatura. Acompañó a su amigo José María Castiñeira de Dios en la SADE y lo sucedió como presidente cuando renunció. En 2007 fue declarado ciudadano ilustre de la ciudad.
En noviembre último, dijo en la SADE: «Sé que el buen Dios me puso en órbita, en la curva de traslación de la vida, pero no sé cuándo me sacará de circulación». Y confesó: «Sigo buscando la verdad».
Jorge Rouillon